«Bienvenidos a Gatlin. Un pueblo en mitad de ninguna parte donde nunca ocurre nada. Al menos, eso pensaba yo. No podía estar más equivocado.
Había una maldición. Había una chica. Y, al final, una tumba».
El joven Ethan Wate cuenta el tiempo que le queda para poder escapar de su aburrido pueblo.
Sin embargo, todo cambia cuando una nueva estudiante llega a su instituto: Lena Duchannes, literalmente, la chica de sus sueños… y de sus pesadillas.
Ella también cuenta los días que le quedan, aunque sabe que no tiene escapatoria.
El joven Ethan Wate cuenta el tiempo que le queda para poder escapar de su aburrido pueblo.
Sin embargo, todo cambia cuando una nueva estudiante llega a su instituto: Lena Duchannes, literalmente, la chica de sus sueños… y de sus pesadillas.
Ella también cuenta los días que le quedan, aunque sabe que no tiene escapatoria.
Hermosas criaturas se ha convertido en un referente de la literatura juvenil y ha generado una oleada de entusiasmo entre la crítica especializada debido a los numerosos detalles que la hacen tan distinta y a la vez tan atractiva para los lectores.
Sólo el hecho de que la historia esté contada desde el punto de vista del chico y no del de la chica ya es algo totalmente novedoso en comparación a lo que se ha visto en los últimos años. A esto se le suma el hecho de que sea ella, y no él, la parte peligrosa, poderosa y oscura de la pareja.
La novela se convierte en sí misma en un juego para el lector y en una fuente de referencias literarias e históricas sin parangón. La Guerra de Secesión de Estados Unidos o la novela de Harper Lee Matar a un ruiseñor se descubren como elementos claves en esta historia de amor, magia y suspense.
Sólo el hecho de que la historia esté contada desde el punto de vista del chico y no del de la chica ya es algo totalmente novedoso en comparación a lo que se ha visto en los últimos años. A esto se le suma el hecho de que sea ella, y no él, la parte peligrosa, poderosa y oscura de la pareja.
La novela se convierte en sí misma en un juego para el lector y en una fuente de referencias literarias e históricas sin parangón. La Guerra de Secesión de Estados Unidos o la novela de Harper Lee Matar a un ruiseñor se descubren como elementos claves en esta historia de amor, magia y suspense.
0 comentarios:
Gracias por comentar
"Las palabras vuelan, lo escrito permanece"