El inicio de una de las mejores sagas de fantasía épica de la historia Tras interminables guerras, amargas luchas internas y sangrientas confrontaciones, incluso las tropas imperiales necesitan un descanso.
Pero la obsesión expansionista de la emperatriz Lassen no tiene límites, y cuenta con el apoyo de sus sanguinarios agentes de la Garra.
Tras el último asedio, el sargento Whiskeyjack y su pelotón de Arrasapuentes necesitan tiempo para descansar y enterrar a sus muertos, pero Darujhistan, la última de las Ciudades Libres de Genabackis, les espera. Es el objetivo último de la insaciable emperatriz. ...
Y parece que el Imperio no es el único que codicia esa plaza: fuerzas siniestras conspiran dentro y fuera de las sendas mágicas, y todo indica que los propios dioses se preparan para la batalla...
La invasión de Darujhistan se cierne sobre el horizonte mientras el concejo se divide entre los que quieren plantar cara al Imperio y los que están dispuestos a declarar la neutralidad. Sin embargo, todos saben que su caída es cuestión de tiempo, y existen fundadas sospechas de la presencia de agentes de la Garra, una siniestra organización imperial integrada por asesinos.
Pero a la ciudad tan sólo ha llegado el pelotón de los Arrasapuentes, liderado por el sargento Whiskeyjack y con una misión orquestada por la propia Emperatriz que consiste en desestabilizar las defensas ¡y barrer de un plumazo a los propios Arrasapuentes!
En el segundo libros de las Gestas de Malaz encontramos una Darujhistan asfixiada por la intriga, repleta de concejales corruptos, venganzas, robos y conspiradores. Y en medio de todo ello, un misterioso hombre que camina en sueños, amante de la cerveza y del buen comer, cuyo conocimiento del presente, el pasado y el futuro supera incluso al de los propios dioses.
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