SCARS

Kendra, quince años, no se ha sentido segura desde que ha empezado a recordar los devastadores recuerdos del abuso sexual que sufrió siendo una niña, especialmente porque aun no es capaz de recordar lo más importante: la identidad de quien abusó de ella. Asusdada, Kendra cree que alguien está siempre vigilándola y persiguiéndola, dejándole mensajes que sólo ella puede comprender. Si baja la guardia por un momento, podría costarle la vida. Para aliviar esa presión, Kendra se corta; a parte de sus trabajos artísticos, es la única manera de aguantar. Dado que su madre está demasiado ensimismada para prestarle atención, Kendra encuentra apoyo en otros lugares: de su terapeuta y su profesor de arte, de Sandy, cercana a la familia que la anima a seguir con el arte, y de Meghan, su compañera de clase y amiga, y quizás algo más. Pero la verdad detrás de los abusos hacia Kendra está apunto de estallar, con consecuencias inesperadas.

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"Las palabras vuelan, lo escrito permanece"