Loca por las compras. Becky espera un Bebé.













Por una vez, a Becky Brandon las cosas no le pueden ir mejor: está felizmente casada, los negocios de su marido van viento en popa y buscan casa nueva porque ella se ha quedado... embarazada. Becky se siente radiante, aunque haya surgido un pequeño problema: con Luke han decidido no saber el sexo del bebé, lo cual es muy romántico, sí, pero un engorro a la hora de comprar el ajuar del niño. De todos modos, Becky tiene con qué mantenerse ocupada, por ejemplo, en conseguir que Venetia Carter, la ginecóloga de las famosas, la incluya en su selecta agenda de pacientes. De por sí, una empresa nada fácil, que se complica horriblemente cuando Becky descubre que la célebre ginecóloga, una pelirroja espectacular, había sido compañera de Luke en la universidad. De pronto, saltan todas las alarmas: su matrimonio se escora peligrosamente, y serán necesarias medidas extremas para evitar un naufragio inminente y poner proa al único puerto seguro.


MI OPINIÓN:
Siguiendo con la serie Loca por las compras, ya estoy super empapada de Becky, y pues al igual que los anteriores he reído mucho con sus locuras, en esta ocasión siguen las compras locas para el bebé, (del cual Luke no quiere saber el sexo y pues no sabe que comprar y mejor compra todo) pero también aparece la malvada Cruela que es una antigua novia de Luke, Venetia Carter, que hace llorar y sufrir a la pobre Becky, que les puedo decir encontraran de todo en esta lectura, y al final siempre gana Becky...de verdad no se como lo hace pero siempre se resuelve todo y no les cuento más para que la lean y comenten....




PARTES DEL LIBRO:
Dicen que la maternidad te cambia y tienen razón: por primera vez en mi vida no pienso en mí misma. ¡Estoy siendo totalmente desprendida! Todo esto es por el bien de mi hijo nonato. En una dirección hay filas de gloriosas cunas y móviles que giran y tintinean. En la otra percibo el brillo cromado de los carritos. Frente a mí, maniquíes de indumentaria minúscula. Doy un paso al frente, hacia la ropa. Pero mira qué zapatillitas de dormir de conejito. Y las chaquetitas de piel de vaca... y la enorme sección de Baby Dior... y, oh, Dios santo, Junior Dolce... Bueno. Calma. Primero organización. Lo que necesito es una lista 




—Puedes poner una foto del bebé —me aclara Suze—. Pero por ahora te he dibujado delante de tu nueva casa. Miro el dibujo con más atención y me echo a reír. La casa está dividida en habitaciones y cada una tiene una etiqueta: habitación de los carritos, habitación de los pañales, habitación de los pintalabios, habitación de las facturas de la Visa (en el sótano), habitación de las antigüedades del futuro. ¡Una habitación para las antigüedades del futuro! Menuda idea más buena. Mientras abro los otros regalos, me embarga la emoción aún más. 
El de Kelly es una colchita de retales, y cada retal procede de uno de los amigos que hice en Scully. El de Janice es un jerseicito tejido a mano y con la leyenda «PRIMERAS NAVIDADES DEL BEBÉ». El de mamá es el gorrito y las botitas de Papá Noel a juego. El de Danny es el pelele de diseño más guay del mundo. 

SOLO QUEDA ESPERAR EL SIGUIENTE Y AL PARECER ULTIMO LIBRO SI ALGUIEN LO TIENE EN ESPAÑOL QUE NOS AVISE....





3 comentarios:

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"Las palabras vuelan, lo escrito permanece"