Janie Gorman quiere ser normal. El problema con eso: ella no lo es. Ella es inteligente y creativa, y un poco funky. Ella también es una jugadora indispuesta a ser como sus padres modernos-hippies, experimentando a vámonos-a-vivir-a-una-finca (lamentablemente, instigados por una más joven, mucho más entusiastas Janie). Esto, para decirlo llanamente, no está ayudando a Janie llegar a ese "objetivo normal". Ella tiene leche de cabra todos los días... y tiene que soportar a su pseudo celebridad madre en la vida casera, como una crepitante mamá blogosfera. Adiós a los días de lasaña congelada, y a la vida suburbana, hola al largo paseo en autobús que tomará para ir a la escuela y al aislamiento total--y a los embarazos revoloteando de todo tipo. El pan recién horneado es bueno... la amenaza de los pantalones vaqueros hechos en casa, no tanto.
Sería bueno volver a esa vieja vida suburbana... o tal vez crecer, una escuela con la misma versión, llena de gente simpática, novios normales que visten jerseys de cuello redondo y al igual que los estudios sociales. Entonces, ¿qué le pasa a la normalidad? Bueno, un poco de todo. Ella sabe que, por supuesto, por qué iba ella aprender el bajo y unirse a Jam Band, cómo además ella podría idolatrar a la diva adolescente y estudiante senior de Emma (la mejor amiga de su hermana mayor Sarah), por qué además ella sería detenida mientras hace un proyecto escolar en una escuela local libertina (la cárcel no era parte de la asignación). Y, por qué otra cosa iría a clase de estar cayendo en "soñar" con un chico llamado Monster—sí, ese es su verdadero nombre. Janie iba de lo normal, pero echaba de menos su marca de cerca de diez millas... y queremos decir eso como un cumplido.
T. en BDUA
A la venta en US: Marzo 22/2011
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"Las palabras vuelan, lo escrito permanece"