Black Wood

Brujas, duendes, ninfas y Silverfurs son seguramente el producto de la imaginación de cualquier persona o eso es lo que Emily Jones solía pensar hasta que se traslada a Escocia, poco antes de su cumpleaños número catorce para vivir en la mansión de su abuela fallecida con su padre. Ravencourt Manor es tan espeluznante como lo recordaba en su infancia, con gran cantidad de crujidos, ruidos y pasos de una sombra encorvada que siempre vaga por el jardín de la mansión por la noche.

Ella siempre ha guardado la esperanza de que sus padres separados algún día vuelvan a estar juntos. Emily no aguanta la tentación de abrir una puerta de madera negra que su abuela antes de fallecer le advirtió que nunca abriera, por supuesto Emily hace caso omiso a esto. Al abrirla se encuentra con un portal luminoso, que traza la entrada a otro mundo, un mundo de ninfas que a simple vista son adorables y seductoras pero que son un peligro mortal, quienes se esconden bajo los arroyos, a la espera de que alguien pise sus terrenos y ahogarlo sin que se lo imaginen si quiera. Los trolls malditos y las ninfas, por alguna razón han esperado la llegada de Emily durante años y sobre todo Muriel, el rey de los troll, quien carga una maldición, y Emily es su llave para deshacerse de ella y así lograr recuperar sus poderes para convocar y dar rienda suelta a su plan de hacer a los mortales sus sirvientes. Lo que él no sabe es, que Emily guarda un poderoso poder en su interior que ni ella misma se a percatado (el poder de una hechicera), y quien lo desata es su desesperación por encontrarse atada de pies y manos, y a punto de morir a manos del guardián del corazón oscuro.


Graxias