En algún momento es más seguro vivir en la calle que vivir en casa.
Joy Delamere está sofocada.
Del asma, de sus padres, y de su novio, deliciosamente peligroso, Asher, quien la asfixia de adentro hacia afuera.
Joy puede aceptar sus palabras—tiernas palabras, crueles palabras—hasta que una noche van demasiado lejos.
Ahora, Joy dejará todo atrás para encontrar al único que le ha ofrecido su ayuda, un chico sin hogar llamado Creed. Ella se convertirá en alguien más. Ella aprenderá a sobrevivir. Ella respirará... si es que puede llegar a Creed antes de que sea demasiado tarde.
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"Las palabras vuelan, lo escrito permanece"