Comienza con un picor que es imposible de erradicar. Entonces, llega una fiebre y un cosquilleo en la garganta. Pocos días más tarde, estarás soltando tus secretos y parloteando con extraños como si fuesen viejos amigos. Tres días más, y sufrirás alucinaciones paranoicas.
Entonces, morirás.
Cuando un virus mortal comienza a propagarse por la comunidad de la adolescente de dieciséis años, Kaelyn, el gobierno la pone en cuarentena enviándola a una isla, que nadie puede abandonar y de la que nadie regresa. Los que todavía gozan de buena salud deben luchar por los escasos suministros, o perder toda esperanza de sobrevivir. Cuando todo lo que le es familiar se viene abajo, Kaelyn une sus fuerzas con las de un antiguo rival y descubre un nuevo amor en medio de la angustia. Entonces, el virus comienza a robarle a sus amigos y su familia, y ella se aferra a la creencia de que debe haber una manera de salvar a las personas que más quiere. Porque, ¿cómo hará para continuar si no la hay?
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"Las palabras vuelan, lo escrito permanece"