Zellie Wells tiene un devastador enamoramiento en Avery Adams. Hijo del novio que tuvo su madre en la secundaria. En su decimosexta fiesta de cumpleaños, que tuvo lugar en el sótano de la iglesia de su padre, ella encuentra finalmente el coraje para hablarle. Resulta que, el devastador enamoramiento es mutuo.
Cuando Avery le toma la mano y la lleva a la improvisada pista de baile, Zellie se abruma por su primara visión de su muerte; impactada porque los dos estaban cubiertos de su sangre, pero son viejos, como de 35 años, y ella está embarazada.
Con miedo de decirle a alguien sobre su visión (ella acababa de ser etiquetada como una bruja extraña de magia negra, ¿verdad?) Zellie mantiene el conocimiento del futuro de Avery para sí misma y trata de actuar como cualquier otra adolescente enamorada. Cuando son atrapados en camino a una cita secreta por su mama y papa, se les prohíbe verse entre sí.
Convencida de que sus padres enloquecieron innecesariamente, Avery y Zellie prometen estar juntos sin importar que. Ellos continúan su relación en secreto hasta de que Zellie descubre que sus padres están tratando de evitar que ella y Avery sufran como lo hicieron. Las visiones son hereditarias, y también peligrosas, y si ellos se quedan juntos las visiones se harán realidad.
Ahora Zellie debe elegir entre cortar todos los lazos con Avery, como su madre hizo para evitar la muerte su padre, y encontrar la manera de cambiar el futuro de Avery.
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