Desnuda ante la muerte de Nora Roberts:
Eve Dallas, teniente de la policía de Nueva York, va tras la pista de un despiadado asesino. Los años de profesión le han enseñado que la supervivencia depende del instinto, y por eso trata de evitar cualquier contacto con Roarke, el principal sospechoso del caso que está investigando. Sin embargo, la pasión y la seducción tienen sus propias reglas, y Eve no puede resistir caer entre los brazos de un hombre que apenas conoce, pero que la domina. Eve Dallas es una teniente de la policía de Nueva York muy buena en su trabajo... algunas veces incluso demasiado buena. Jamás le ha contado a nadie sus pesadillas acerca de todas las víctimas a las que no ha podido salvar por haber llegado demasiado tarde y se niega a abrirse a los psiquiatras de la oficina. Su último caso, en el que un padre ha descuartizado a su hija en pedazos, sigue atormentándola, pero, antes de que tenga oportunidad de recoger pruebas, la reclaman para otro asunto prioritario. Una costosa prostituta de alto standing ha sido asesinada… la han disparado tres veces con una vieja pistola. La víctima es la nieta de un senador de los Estados Unidos que quiere que se coja al asesino a toda costa y que el caso se cierre para poder concentrarse en su agenda política. Por suerte para la víctima, Eve no cede nunca a las presiones políticas... Eve comienza su investigación con los muchos clientes de la prostituta, y se encuentra interrogando a Roarke, un misterioso multimillonario irlandés que había cenado con la mujer la noche anterior a su muerte. Es cierto que Eve siente una instante atracción física por el hombre, pero se niega a hacer nada al respecto... es una profesional y no se involucra con sospechosos. Haciendo a un lado su corazonada sobre Roarke, Eve trata de ser objetiva en su investigación, pero las evidencias siguen acumulándose en contra de éste. Cuando otras dos prostitutas son asesinadas en poco tiempo, Eve es presionada para que halle al asesino. Con su carrera en riesgo debido a la presión del senador y sus superiores, Eve no se puede permitir involucrarse con alguien como Roarke. Pero ¿cómo puede ignorar al hombre que le hace sentir algo por primera vez en muchos años?
Eve Dallas, teniente de la policía de Nueva York, va tras la pista de un despiadado asesino. Los años de profesión le han enseñado que la supervivencia depende del instinto, y por eso trata de evitar cualquier contacto con Roarke, el principal sospechoso del caso que está investigando. Sin embargo, la pasión y la seducción tienen sus propias reglas, y Eve no puede resistir caer entre los brazos de un hombre que apenas conoce, pero que la domina. Eve Dallas es una teniente de la policía de Nueva York muy buena en su trabajo... algunas veces incluso demasiado buena. Jamás le ha contado a nadie sus pesadillas acerca de todas las víctimas a las que no ha podido salvar por haber llegado demasiado tarde y se niega a abrirse a los psiquiatras de la oficina. Su último caso, en el que un padre ha descuartizado a su hija en pedazos, sigue atormentándola, pero, antes de que tenga oportunidad de recoger pruebas, la reclaman para otro asunto prioritario. Una costosa prostituta de alto standing ha sido asesinada… la han disparado tres veces con una vieja pistola. La víctima es la nieta de un senador de los Estados Unidos que quiere que se coja al asesino a toda costa y que el caso se cierre para poder concentrarse en su agenda política. Por suerte para la víctima, Eve no cede nunca a las presiones políticas... Eve comienza su investigación con los muchos clientes de la prostituta, y se encuentra interrogando a Roarke, un misterioso multimillonario irlandés que había cenado con la mujer la noche anterior a su muerte. Es cierto que Eve siente una instante atracción física por el hombre, pero se niega a hacer nada al respecto... es una profesional y no se involucra con sospechosos. Haciendo a un lado su corazonada sobre Roarke, Eve trata de ser objetiva en su investigación, pero las evidencias siguen acumulándose en contra de éste. Cuando otras dos prostitutas son asesinadas en poco tiempo, Eve es presionada para que halle al asesino. Con su carrera en riesgo debido a la presión del senador y sus superiores, Eve no se puede permitir involucrarse con alguien como Roarke. Pero ¿cómo puede ignorar al hombre que le hace sentir algo por primera vez en muchos años?
En el año 2058, la tecnología gobierna el mundo. Sin embargo, en la ciudad de Nueva York, la detective Eve Dallas sabe que los irresistibles impulsos del corazón humano todavía son regidos por una fuerza mayor: la pasión.La teniente Dallas se hace cargo del caso del asesinato de una bella prostituta; la investigación la obliga a adentrarse en el perverso mundo de la política. Pero la situación se complica cuando Eve se siente atraída por Roarke, un influyente y atractivo hombre de negocios a quien poco a poco las investigaciones señalan como principal sospechoso.¿Será la pasión más fuerte que la razón?
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"Las palabras vuelan, lo escrito permanece"