Una fría noche de invierno, una niña aparece en la casa de la anciana Margaret. Y, con ella, regresa la esperanza. Porque aunque han pasado diez años desde entonces, Margaret sigue aferrada a la posibilidad de saber algo de su hija Erica, una muchacha enamorada del hombre equivocado, con el que huyó de casa y, al parecer, tuvo una hija.
Norah no es una niña como las demás.Día a día sorprende con detalles extraordinarios: su capacidad de ralentizar el tiempo y detener las agujas del reloj, de hacer fuego con los dedos, y su profundo conocimiento de la naturaleza. Al poco tiempo, todos, vecinos y compañeros d escuela, tendrán serios motivos para creerlo que Norah afirma de sí misma: que es un ángel.
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"Las palabras vuelan, lo escrito permanece"