Imagine una droga
que hace que su cerebro funcione con una eficiencia perfecta y que le permita
tratar la información de una manera ultrarrápida. Una droga que lo hace
encantador, incluso atractivo. Eddie Spinola es adicto a esa droga. Se llama
MDT-48. Pero mientras el MDT le está ayudando a alcanzar el éxito que siempre ha
soñado, también descubre que tiene unos letales y duraderos efectos secundarios.
Y ahora que está enganchado y su suministro se está agotando, Eddie tiene que
adentrarse en el oscuro pasado de esta droga para alimentar su hábito, y en poco
tiempo se verá peligrosamente perseguido por misteriosos antagonistas. Lo que
descubre demuestra que el MDT, una vez un sueño hecho realidad, se ha convertido
en su peor pesadilla.
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"Las palabras vuelan, lo escrito permanece"