Hacia el fin del Mundo


En medio de su clase de antropología, en la universidad, Ángela recibe un mensaje de la amiga de toda su vida, Patricia, quien le ha robado el tema de su tesis: la leyenda del malamor en el pueblo de Almahue. La historia de la leyenda era tétrica: una joven que conocía los secretos de las hierbas, se había enamorado de un muchacho del pueblo. Los habitantes del lugar estaban escandalizados por la conducta poco habitual de la mujer, por lo que la familia del joven, quien tenía una relación con la supuesta bruja, le había exigido que la dejara. La cobardía de ese muchacho habría provocado la ira de Rayén —quien así se llamaba la bruja— y la venganza de ésta alcanzó a todo el pueblo: nadie en ese lugar podría sentir amor, quien lo hiciera moriría al instante.

Para Ángela y Patricia, la historia da un giro más extraño: el mensaje en el teléfono de Ángela era de su amiga. Desde el pueblo de Almahue le pedía ayuda con desesperación a través de un video. En él, lo único que alcanza a decir: “¡Ven a salvarme, te lo ruego! ¡La culpa es de… es de… esp…!”. Y a pesar de la traición, Ángela no lo piensa y corre hasta el fin del mundo para salvar a Patricia.

Al llegar a Almahue, Ángela —quien no cree en la historia de la maldición— poco a poco se da cuenta que la historia es verídica y que el pueblo está condenado a desaparecer si alguien no corre el riesgo de enfrentar a Rayén. Para encontrar a su amiga, Ángela tendrá que jugarse la vida misma.

1 comentario:

Gracias por comentar
"Las palabras vuelan, lo escrito permanece"