Todo lo que Lorna ha deseado en su vida es un marido y cuatro hijas, y esto es exactamente lo que tiene, si bien son el marido y las hijas de otra. No obstante, Robert y sus adorables hijas prácticamente le pertenecen. Después de todo, ya hace diez años que la esposa legítima se ha marchado de casa. Y tras enamorarse de Robert, Lorna estuvo encantada de llenar ese vacío. Ahora Lorna tiene cuanto una madre debería tener (salvo las estrías). Lo malo es que la esposa de Robert ha vuelto. Es una mujer guapa y segura de sí misma y busca el perdón. Pero, ¿sólo desea eso? Lorna no puede evitar pensar que esta familia no es lo bastante grande para las dos..
Te propongo un reto: yo te explico la historia de mi vida en menos de cien palabras y tú tienes que adivinar qué sigue después. Presta atención.
* Nacida hace treinta y seis años de una madre maravillosa y un padre atento.
* A los cinco años me entregaron a otra madre y otro padre. * No ingresé en el colegio de mi elección.
* Soñaba con ser maga. Me hice profesora.
* Quería un marido y cuatro hijos.
* Diez años de vida estable y feliz con un marido y cuatro hijas.
El resto te lo dejo a ti… ¿A qué conclusión has llegado? Estoy bien. Marido e hijas también. El único problema es que son el marido y las hijas de otra. Humor y reflexión en una combinación perfecta.
Cuando estaba haciendo mi reseña anterior (chic@s gracias por su paciencia y por leerme no soy muy buena para escribir pero hago la lucha) pues recordé que ya hace algún tiempo leí otro libro de esta autora "Francesca Clementis" pero olvide comentarla en el blog y si lo hice no se donde quedo ya la busque y no encontré ni rastro jejeje.
Bueno pues retome la lectura nuevamente para ponerme al corriente de todo, sinceramente el titulo de este libro me encanto pues nos dice muchismimo "Mis niñas, Mi marido y la maldita Ex" la portada no es buena (no se porque no hacen portadas más llamativas es el mismo estilo de el Club de las glotonas y no me gusto nada) pero sin embargo el titulo y la sinopsis atraen bastante no creen, así que la leí y la releí.
Todo la historia gira en torno a Lorna de 36 años que tiene 4 hijas adolecentes, dos amigas incondicionales y un marido perfecto, pero...siempre hay un pero.. las niñas no son suyas, lsino de su marido con su ex mujer la cual abandono a todos hace ya muchos años, pero para mala suerte de Lorna la Ex regresa después de 10 largos años de ausencia a recobrar a sus hijas y lógicamente a su marido (que fácil no creen) y para colmo de males la Ex psicóloga exitosa y muy atractiva mujer hace que el mundo casi-perfecto de Lorna se tambalee pues tendrá que disputarse el cariño de las niñas con su madre, y tal vez hasta perder a su esposo.
Nos marca los miedos, celos, y anhelos de Lorna por su familia, si acaso era su familia, Conocerán los hechos por los cuales los abandono y como apareció en su vida Lorna, una novela chick-lit muy entretenida.
—¿Qué intentas decirme? —Rob había elevado la voz. Esto se
está poniendo muy feo. El camarero se acercó a nuestra mesa, oyó el tono de Rob
y dio un giro de ciento ochenta grados. Rob prosiguió—: ¿Quieres casarte? ¿Es
eso? ¿Quieres tener hijos? Qué valor, después de haberte pasado la última media
hora hablando de esas hijas tuyas cuyas vidas he destrozado por osar
presentarlas a su madre. Sin embargo, eso es lo que quieres, ¿no es cierto?
¡Sí, sí, sí!, quiero gritar. Pero no lo hago. No digo nada,
porque a Rob ya no hay quien lo pare.
—¿Quieres que me divorcie de Karen, me case contigo, te deje
embarazada y someta a las chicas a otro trastorno cuando apenas pueden asimilar
lo que ya está ocurriendo? —Aguardó una respuesta que no llegó—. Bien.
Hagámoslo. Como es natural, tendremos que mudarnos, comprar una casa más
grande. Pero no importa, ¿verdad? Tú querrás dejar el trabajo cuando llegue el
bebé, pero no importa, porque nuestra hada madrina agitará su varita mágica
para que no nos falte el dinero.
Nunca he visto a Rob tan alterado. Aunque tiene cambios de
humor como todo el mundo, generalmente se producen dentro de una calma
relativa. Nunca ha estado tan enfadado como para gritar o tan abatido como para
buscar consuelo en la comida, lo cual es de agradecer. Nos basta y nos sobra
con mis propios excesos.
Por eso este arranque resultaba tan perturbador. No sólo
porque era una experiencia nueva sino porque demostraba que la reaparición de
Karen le había afectado profundamente. Yo había intentado convencerme de que
era mi propia paranoia la que me hacía sentir que la presencia de Karen nos
estaba abrumando a todos. Probablemente Rob había estado reprimiendo sus
sentimientos hasta que la botella rebosó. De mí dependía volver a taparla antes
de que nos manchara para siempre.
Qué me gusta a mí este género =)
ResponderEliminarBesotess