No hay héroes.
Cada persona quien manifiesta poderes -los llamamos Epics- resultaron ser el mal.
Aquí, en la ciudad conocida como Chicago, un extraordinariamente poderoso Epic se declaró a sí mismo Emperador. Steelheart tiene la fuerza de diez hombres y puede controlar los elementos. Se dice que ninguna bala puede hacerle daño, ninguna espada puede partir su piel, ninguna explosión puede quemarlo. Él es invencible.
Han pasado diez años. Vivimos nuestras vidas lo mejor que podamos. Nadie se defiende... nadie pero los Reckoners. Un oscuro grupo de seres humanos comunes y corrientes que pasan su vida estudiando a los poderosos Epics, encontrando sus puntos débiles y luego asesinándolos.
Mi nombre es David Charleston. Yo no soy uno de los Reckoners, pero tengo la intención de unirme a ellos. Tengo algo que necesitan. Algo precioso, algo increíble. No es un objeto, sino una experiencia. Conozco su secreto.
He visto sangrar a Steelheart.
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"Las palabras vuelan, lo escrito permanece"