Tim Braddock procedía de una familia humilde de Texas y Samantha Davis de una familia acomodada de Minnesota. Él corría como el viento y ella patinaba de forma sublime. De su esfuerzo personal crearon algo único. Sus destinos nunca se hubieran cruzado, pero una terrible tragedia los unió. Ambos se habían enfrentado a todos los desafíos; sin embargo, la peor de las amenazas caería sobre sus vidas de una forma inevitable, cambiándolo todo para siempre.
En un tiempo en el que los símbolos lo eran todo para millones de personas, ellos se convirtieron en héroes. No buscaban riqueza, sólo la gloria olímpica y saborear el triunfo, desafiando sus propios límites, pero los acontecimientos les abocaron a una situación de vida o muerte, en la diana de un objetivo terrorista. En un lugar en el que los sueños lo eran todo, sus aliados surgieron donde menos los esperaban.
Un relato de superación personal y segundas oportunidades, en medio de un panorama convulso azotado por el terrorismo islamista. Una novela que lleva al límite los ideales y las esperanzas y nos deja solos frente a nuestro destino y nuestros sueños.
Una extraordinaria historia de fe y esperanza.
0 comentarios:
Gracias por comentar
"Las palabras vuelan, lo escrito permanece"