EL MEJOR REGALO de Alejandro Ariza


El mejor regalo que puedes dar a alguien es hacerte presente con tu felicidad y tu paz, hacerte presente con tu entusiasmo. Punto. Y sí, es un regalo difícil de hacer para muchos, quizá por eso sea preferible ir a comprar algo. Si un "presente" es un regalo, entonces "hacerte presente" es convertirte tú en el regalo mismo.
Reflexionemos un rato: si vas a regalar algo... pregúntate ¿Para qué? Piensa para qué vas a regalar, cuál sería tu verdadero sentido al dar un regalo. Si con toda sinceridad piensas que dar un regalo es para recibir tú algo a cambio (reconocimiento, presencia en la mente del otro para ser candidato a un mejor puesto en la empresa, demostrar quién es el que tiene más dinero y que ser vea que tú lo eres, quedar bien con un cliente, evitarte problemas posteriores con ciertos familiares, preocuparte por el qué dirán y así creer que dirán bien de ti, etc.) entonces comprende que no estás dando ningún regalo, más bien estás lanzando un anzuelo para que pique la carnada. La diferencia es crucial que la alcances a ver. Si no regalas, sino que más bien echas un anzuelo, te recomiendo que suspendas aquí tu lectura y hagas de cuenta que estas líneas fueron un sueño y no existieron. Ve a tus reuniones navideñas y comerás y comerás y beberás y beberás hasta sentirte mal como señal de retirada. No tendrá otro sentido para ti. Pero si con tu regalo deseas procurarle felicidad a alguien, deseas hacerle sentir bien, te advierto que solo podrás regalar lo que llevas dentro, y no tanto lo que compras por fuera. Si al regalar algo buscas hacer feliz a otra persona, te garantizo que no hay mayor felicidad en una pareja, en una familia, en un grupo de amigos, en la sociedad, que alguien feliz y en paz que se haga presente con aquel, con aquella, con aquellos. El mejor regalo para tu familia es tu propia felicidad. Conviértete en Luz, y tu presencia será el mejor regalo para cualquiera que esté cerca de ti. Créeme, cuando la gente vea el reflejo de Dios en ti, es el mejor regalo. Es otras palabras te digo lo mismo: cuando seas entusiasta y convivas, eso pasa.

Te comparto mis sugerencias para dar el mejor regalo:
Sé consciente del sentido que tiene para ti regalar.
Si te atreves a hacerte presente, a regalarte, no gastes dinero. Mejor hazte presente con sincero entusiasmo, paz y felicidad, y comunica eso.
Si gastar dinero en otros regalos, te hace sentir claramente ansioso o preocupado por tus finanzas: ¡la señal está siendo clara! ¡No gastes! Mejor transfórmate en alguien más valioso como persona y hazte presente. Ahora bien, si este precio es aún más alto, entonces sí mejor compra un regalito. De los males el menor.
Si logras sentirte bien sabiendo que (te) llevas de regalo Luz, si decides irradiar entusiasmo y fe en la vida a donde te presentes estos días, entonces por favor, no gastes de más. No habrá necesidad.
¡PREPARA un tema de conversación! Lee y estudia algo que lleve Luz a donde vayas y habla de ello. Expande el bien. Deja de ser mal reportero de los medios y mejor conviértete en la buena nueva. No llegues a una reunión sin algo valioso y entusiasta dentro de ti. Este punto es más importante de lo que crees. Prepárate. No se trata de que vayas a dar una clase, se trata de que tengas algo feliz y entusiasta que comunicar como regalo.
Es muy posible que en las reuniones decembrinas, si llegas con esta Nueva Conciencia de el mejor regalo, algunos, varios o todos no se conecten contigo. ¡Es tan lógico! Están en otra frecuencia vibracional y no alcanzan a ver el regalo que representas. En ese caso, opta por callar, sonríe y mentalmente envía Luz a todos los del recinto. Verás que pronto elegirás pacíficamente salir de ahí, y será lo mejor que puedas hacer, por ti y por ellos. Como "medida de emergencia" en estos casos, procura estar muy cerca del pesebre o de la figura del niño Dios. Sería muy extenso explicarte por qué, pero de momento, créeme, funciona. Si puedes, tócala.
Si alguien se conecta con tu intención de el mejor regalo que llevas dentro y estás dando... ¡boom! Ese regalo se empezará a expandir y expandir. La energía se multiplica cuando se comparte. Muy posiblemente se les juntarán otros. Verás cómo trabajará sola la ley de semejanza. Disfruta.
Agradece, pase lo que pase. Agradece. Y conecta tu mirada un rato con la mirada del niño Dios. Encuentra la mirada de Cristo. En silencio y sin decirle nada a nadie, déjate envolver. En un momento así, sentirás transformación. Él sí es el mejor regalo, el mejor de los mejores. Lo sentirás si lo deseas recibir. El regala en su cumpleaños.

Que Dios te bendiga, a ti y a todos mis lectores, y también a mis no lectores. Felicidades a todos. En este comunicado, y en todo lo que hago, sinceramente intento compartirles mi mejor regalo. ¡Emoción por Existir!

Alejandro Ariza.

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"Las palabras vuelan, lo escrito permanece"