El joven Adam se ha internado en los bosques que rodean la escuela junto a su mejor amiga, una niña con dificultades de aprendizaje. Una excursión al horror de la que sólo él ha regresado. Pero no puede decir a nadie lo que allí ha visto u oído, y no hay huellas en el lugar aparte de las que han dejado los dos niños. ¿Cómo sacarlo de su mutismo?
Distintas personas bregan por abrirse paso hasta el refugio invisible del niño autista, cada cual con sus propios fantasmas y secretos: Cara, madre soltera de Adam, cuya mejor amiga sufre una terrible agorafobia a raíz de un antiguo episodio entre ambas; Morgan, un adolescente problemático que, a través de Adam, trata de expiar su propia «culpa»...
Y mientras Cara va desentrañando en la mente de su hijo las misteriosas pistas que pueden revelar la identidad del asesino, asistimos a un juego de presentes y pasados lleno de sorpresas y revelaciones inesperadas.
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"Las palabras vuelan, lo escrito permanece"