Claire se queda sola


1.- CLAIRE SE QUEDA SOLA


Las desgracias se acumulan en la vida de Claire, todo hay que decirlo. Justo el día que da a luz a su primer hijo, la abandona su marido, que ni siquiera tiene la delicadeza de irse con una mujer más delgada que ella. Con una niña recién nacida, unos kilos de más y el cuerpo ensanchado y deforme después del embarazo, Claire se ve obligada a iniciar una nueva vida, demasiado consciente de que no es ni mucho menos una sílfide. Sin embargo, en su extravagante familia irlandesa encontrará un buen paño de lágrimas, y entre la risa y el llanto emprenderá una meteórica recuperación, siendo ella la más sorprendida. Las peripecias de una mujer despechada.


MI OPINIÓN

La serie de las Hermanas Walsh, el primer volumen comienza con la vida de Claire Walsh de 29 años, contada por ella misma, desde que es abandonada por su marido que se va con su amante, que resulta ser su vecina gorda del departamento de arriba, el mismo día que ella da a Luz a su hija Kate.


Otro libro Chick-Lit de Marian Keyes, para ser exacta el primero que escribe me parece, me ha mantenido pegada leyendo, llorando, riéndome, odiando y sufriendo por todo lo que tiene que pasar Claire a partir del momento en que es abandonada en el hospital cuando acaba de dar a Luz,  conocemos sus sentimientos de ira, furia y tristeza, y porque no también de amor hacia James el marido infiel, acobijada por su familia, (sus dos locas hermanas menores una un tanto bruja y la otra un poco hippie) en casa de sus padres en Dublin, nos cuenta su historia, como sobre lleva una depresión post parto acompañada de alcohol, y como lo supera, todo por el amor a su hija y la ayuda de su familia así como con la ayuda del Príncipe Azul que viene a su rescate, el guapisimo Adam.
Hubo un momento en el que me estaba aburriendo por todas las deducciones que Claire hace, por recordar como conoció a su ahora ex-marido, pero de repente la trama toma otro giro que me hace terminar de leerla muchísimo más pronto de lo que esperaba, las ocurrencias y deducciones de Claire, me mataron de la risa, y si juro que odie a ese James por ser tan tonto y querer pasarse de listo haciendo parecer culpable de todo a Claire.


Me gusto mucho que básicamente la trama se centro solo en Claire y no hundo mucho en los demás personajes, así que no sabemos nada más, aunque no cabe duda que los conoceremos mucho más en los siguientes libros de la serie.

Una escritura  bastante sencilla, nada complicada pero eso si, no es una lectura para niños, y aunque el libro cuenta con más de 500 hojas no lo solté hasta que lo termine así que no se aburrirán, es bastante adictiva.




 Investigando un poco más de este libro me encontré que hay una película que lleva el nombre de  Watermelon.
Nada que ver la trama con el libro, únicamente utilizan los mismos nombres de los protagonistas.
En esta historia Claire no sabe de quién esta embarazada, como quién dice la infiel es ella...y por eso James la abandona cuando nace su bebe.





Partes del libro que me han gustado.

Entonces James me dedicó una sonrisa, lenta y sensual, una sonrisa de complicidad, que nada tenía que ver con el traje de rayas que llevaba puesto, y te doy mi palabra de que las entrañas se me derretían como un helado. Ya sabes, esa sensación de frío y calor, y ese hormigueo y... bueno... como si se me estuvieran disolviendo.

Durante años después de aquello, mucho después de que la magia se desvaneciera y cuando casi todas nuestras conversaciones versaban sobre pólizas de seguros y Lenor y la carcoma, sólo tenía que recordar aquella sonrisa para sentir que había vuelto a enamorarme. 


(Vale, está bien, pero que conste que es sólo para que no me protestes; imagínate el peor dolor menstrual que hayas tenido y multiplícalo por siete millones, déjalo que se prolongue durante veinticuatro horas y te harás una ligera idea de lo que es un dolor de parto.) 
Sí, fue aterrador y sucio y humillante y preocupantemente doloroso. Pero también fue emocionante y estimulante y fabuloso. Pero, para mí, el momento más importante fue cuando se terminó. Aún recordaba el dolor vagamente, pero ya había dejado de sentir su intensidad. Cuando James me abandonó, me di cuenta de que preferiría aguantar el sufrimiento de cien partos antes que padecer el dolor de perderlo que sentí entonces ...



Bueno, ¿y en qué puedo ayudarte? –pregunté, en un tono más serio. Él no era el único que podía echar mano de la ironía. Con mi tono de voz, intentaba transmitirle que, como suele decirse, yo no movería ni el dedo meñique. 
–Lo que puedes hacer por mí, Claire –dijo–, es verrme. ¿Harás eso por mí? 
–Por supuesto –contesté obediente. ¿Cómo, si no iba a romperte todos los huesos?, pensé. 
–¿Lo harás? –preguntó sorprendido, como si hubiera estado esperando que presentara batalla. 
–Pues claro –le dije soltando una ligera risita– ¿Por qué te sorprendes? 
Porque, pensé, cuando acabe de romperte todos los huesos, te cortaré el pene y se lo pegaré en la boca, y, evidentemente, todo eso no se puede hacer por teléfono, ¿no es así? 
–Bueno, eh... nada, nada. Me parece... muy bien –dijo. 
Todavía parecía asombrado. Estaba claro que no se esperaba que me prestase a verle. Eso explicaba el tono persuasivo y su sorpresa ante mi buena disposición.

2 comentarios:

  1. Uf!!! creo que me he leído casi todos los libros de Marian Keyes. Los leí hace tiemo y me encantaron. Maggie ve la luz, mi preferido. Saludos

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  2. A mí sólo me falta el último libro, el de Anna, para terminar la saga, y lo cierto es que son muy amenos. A pesar de tratar temas serios y duros, lo hace de una manera respetuosa y amena, con momentos hilarantes. Siempre recomiendo esta autora a quienes desean leer algo distinto.

    Un saludito.

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"Las palabras vuelan, lo escrito permanece"